EL ENTRENAMIENTO DE KRISHNAMURTI PARA SER EL NUEVO MESÍAS



« Un día de abril de 1909, acompañado por algunos de sus alumnos, incluyendo a John Van Manen, Ernest Wood, y B. P. Wadia cuando caminaba por la playa para nadar, varios niños de trabajadores teosóficos que vivían en la propiedad, se unieron al grupo, y Leadbeater se sintió especialmente atraído por uno de los muchachos que nunca había visto antes, un niño muy delgado de aspecto triste, que se llamaba Krishnamurti y que según él tenía un aura muy bella. Krishnamurti era hijo de un dedicado trabajador teosófico que se llamaba Jiddu Narayaniah, un brahmán que se había retirado de su empleo en el gobierno en 1908 para trabajar por la S.T., y residía en una pequeña casa junto a Adyar. Narayaniah era viudo y padre de trece hijos, solo cuatro de los cuales habían sobrevivido. El joven Krishnamurti tenía en ese momento catorce años. Poco después de este primer encuentro con este joven, Leadbeater le dijo a Ernest Wood, que con toda probabilidad el muchacho llegaría ser el vehículo del Señor Maitreya, y que tendría que ser entrenado para ese propósito. » (The Elder Brother, p. 103-104, extractos)

En ese momento Leadbeater no le dijo nada a la señora Besant (quien en ese entonces presidía la Sociedad teosófica), la cual se encontraba en América, acerca de su descubrimiento de Krishnamurti. Simplemente en una carta fechada el 2 de septiembre de 1909 le comenta que visitó la casa de Narayaniah (el padre), y que se quedó espantado del bajo nivel de sanidad en el que vivían, preguntándole si no hubiese una casa grande en donde los pudiese acomodar.

La señora Besant regresó finalmente a Adyar el 27 de noviembre de 1909, y se encontró con Krishnamurti y su hermano Nitya por primera vez. Los muchachos se postraron ante ella y la visitaron todos los días. A partir de entonces, la venida del Maestro del Mundo conocido también como el Cristo o Señor Maitreya en el cuerpo de Krishnamurti, se convirtió en el punto central alrededor del cual giró el trabajo de la Sociedad Teosófica Adyar.


Entrenamiento del Vehículo

« Sin embargo su entrenamiento para que desempeñara ese papel tuvo unos comienzos poco auspiciosos. Su padre Narayaniah no quería que el muchacho interrumpiera su educación, pero después de una paliza que recibieron ambos muchachos en la escuela en octubre de 1909, los sacó de la escuela, y los puso bajo el cuidado de Leadbeater para que recibieran una educación privada dentro de la propiedad de Adyar. El entrenamiento parecía consistir principalmente en lecciones de inglés, ejercicios físicos, cambio de dieta acompañados por una preocupación especial por la limpieza y la apariencia física. Los alimentos les eran servidos por un sirviente de su casta para no herir los sentimientos ortodoxos. » (The Elder Brother, p. 123-125, extractos)


El hecho que se haya cambiado al personal de la cocina debido a que “no era de la casta adecuada”, muestra la falsedad en la que había caído la Sociedad Teosófica de Adyar, ya que cuando se fundó, uno de sus objetivos era promover la Hermandad Universal sin distinción alguna. También ese “entrenamiento” hace dudar de la veracidad del objetivo, ya que es más propicio para convertir al joven Krishnamurti en un caballero que se adapte a la sociedad inglesa (que dominaba el mundo en ese entonces) que en un Mesías. Para dar una analogía, es como si a Jesús le hubieran enseñado latín y las costumbres romanas para ser el Vehículo del Cristo…???



Una carta espuria de Leadbeater atribuida falsamente al Maestro K.H.

« Hacia abril de 1910, comenzaron a aumentar los problemas entre el padre de Krishnamurti y Leadbeater. Y [“casualmente”] unos cuantos meses después el Maestro [?] ordenó lo siguiente:

“Ellos han vivido por demasiado tiempo en el infierno; trata de mostrarles algo del Paraíso. Quiero que tengan todo aquello que sea opuesto a las condiciones que tenían antes. En vez de hostilidad, desconfianza, miseria, mugre, irregularidad, descuido y suciedad, quiero que estén rodeados por una atmósfera de amor y felicidad, confianza, regularidad, perfecta limpieza física y pureza mental. ... Mantenlos lo más que puedas dentro de tu aura y la de Annie, para que ellos estén protegidos del mal y de los pensamientos carnales. . .quiero que los civilices; que les enseñes a usar la cuchara y el tenedor, cepillos de uñas y cepillos de dientes, que aprendan a sentarse con comodidad en sillas en vez de estar en cuclillas en el suelo, que duerman racionalmente en una cama, y no en un rincón como perros. . .debes evitar que por ningún motivo se les eche a perder la forma de los pies.” » (The Elder Brother, p.135)

Estas instrucciones dadas según Leadbeater por “su” Maestro (quien supuestamente era el Mahatma Kuthumi) prueban que la carta es falsa.

Primera constatación

¿Un Maestro oriental e hindú (Kuthumi) que quiere que sus alumnos aprendan a comer con cuchara y tenedor?

¿Qué considera ridícula la forma en que duermen y se sientan los hindúes en el suelo?

¡Qué quiere civilizarlos!, es decir que aprendan las formas de urbanidad europeas.

En cuanto a la gran preocupación del “maestro” por la apariencia física, que no quiere que ni los pies se les deformen, basta referirse a lo que dice el verdadero Mahatma Kuthumi a Sinnet sobre el tema:

« Nuestros mejores, más eruditos y santos Adeptos pertenecen a las razas de los “grasientos tibetanos” [como despectivamente los llamaban los occidentales] … tu sabes que el león es un animal proverbialmente sucio y maloliente, no obstante su fuerza y valor.
. . .
Tú dices “que felices seríamos si quien nos guiara fuera usted”, refiriéndote a tu humilde corresponsal [K.H.]  Mi buen Hermano, ¿estás seguro de que la agradable impresión que puedas tener ahora de mí, a través de nuestra correspondencia, no quedaría destruida instantáneamente al verme?
. . .
Pero no necesitas estremecerte por mí. Siempre que yo me presente—astral o físicamente—ante mi amigo A. P. Sinnett, no me olvidaré de invertir cierta suma en suficiente seda china de lo más fina para llevarla en el bolsillo de mi chogga, ni de crear una atmósfera de sándalo o de rosas de cachemira... »
(Cartas Mahatma, p.15 y 18)

Segunda constatación

El “maestro” quiere que los muchachos vivan en un paraíso terrenal (que según los criterios occidentales es un hogar agradable, limpio, rodeados de amor y felicidad.)

Qué palabras más diferentes a las del Maha Chohan (el superior del Mahatma Kuthumi) cuando dice:

« Enseñen a la gente a ver que la vida en esta tierra aún la más feliz, es sólo una carga y una ilusión. »
(Cartas de los Maestros de Sabiduría, p2)

Y sobre el tema, Blavatsky nos dice:

« Esta tierra Discípulo, es la Sala de la Aflicción. ... Esta tierra, ¡oh! ignorante Discípulo, es tan sólo la lúgubre entrada que conduce al crepúsculo que precede al valle de la luz verdadera. »
(La Voz del Silencio, p.4)

Conclusión

Vemos que las ideas de auténticos Adeptos son diametralmente opuestas a las expuestas en la carta, lo que muestra que la carta es espuria como muchas otras que escribió Leadbeater usando en vano el nombre del Maestro. En este caso, con el objeto de imponer sus costumbres inglesas y victorianas a dos pobres muchachos hindúes.

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Este es un ejemplo más de las artimañas y falacias que hizo Leadbeater para manipular a la gente e imponer sus caprichos. Aquí, el de formar a su gusto a su “Mesias” para el culto adventista que después (con la complicidad de Annie Besant) desarrolló. No es casualidad que cuando Krishnamurti creció y se dio cuenta de toda esa charlatanería, la rechazó y siguió su propio camino.


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